Disc-O-Rama: Band Of Horses - Everything All The Time
Sub Pop parece estar viviendo una segunda juventud - vuelve a sacar buenos discos con gran repercusión ( Low, Sleater-Kinney, Postal Service es el grupo con más discos vendidos en la hisotria del sello por delante de Nirvana) tras el parón de la segunda mitad de los 90 -, como también parece que le está pasando a la escena indie norteamericana en general. The Shins, Death Cab For Cutie, Modest Mouse, y todo el elenco de bandas que han pasado por la serie O.C. están alcanzando unas cuotas de éxito popular en los EE.UU., que hace unos años parecían imposibles si no eras un artista de hip hop, o eras un émulo de tercera de Pearl Jam o Alice In Chains.
Dentro de este marco, la prensa y la escena norteamericana parece haber descubierto que la mejor forma de que sus grupos triunfen es adoptando la posición de la prensa inglesa: apostar por el hype sobredimensionando a las bandas. Esta postura tiene dos consecuencias: permite a las bandas llegar a un mayor público, pero las somete a una presión -desde el mismo momento de la edición de su primer disco o incluso antes (Yeah Yeah Yeahs) - que normalmente no son capaces de soportar. A los Strokes se les sometió a esta presión y al final han acabado dando la razón a los que creíamos que no eran nada del otro mundo y que su debut era simplemente correcto. Arcade Fire van a tener que sacar un segundo disco superior al primero si quieren que todo el éxito y prestigio que su debut les dio.
Pues bien la apuesta para el 2006 de los americanos es Band of Horses. Su disco de debut editado por Sub Pop ha conseguido buenas críticas por parte de diversas publicaciones . Lo han encumbrado como el mejor debut de 2006. Sin embargo, este Every thing all the time no es un disco increible, pero tampoco es un disoco mediocre, tiene buenas canciones, pero el balance general del disco lo deja un poco cojo. El americana que practican Band of Horses está, al menos en la voz fuertemente influenciado por My Morning Jacket, pero donde estos últimos tiran hacia las jam-bands y los largos desarrollos instrumentales, aquellos prefieren la intensidad y las referencias indies. las canciones tienen un marcado tono trágico, Funeral es probablemente el punto más algido del disco, canción de calma - tormenta, arpegio incial, y después guitarras fuertes, con una letra triste y una melodía muy buena. Great Salt Lake o Weed Party siguen esta misma línea, no obstante al disco le falta nervio, energía, recurren mucho al tema lento, pero no logran transmitir nada en el mismo.
Este disco no es el mejor debut del 2006, ni del su primera mitad tan siquiera, no obstante deja entrever una posible evolución en la que nos pueden llegar a ofrecer discos muy interesantes. Eso, si el Hype no les engulle antes.
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