domingo, noviembre 26, 2006

Arab Strap, Auditorium Flog, 25/11/06


Arab Strap se separan tras 10 años de carrera musical. Consideran que ya han dicho todo lo que tenían que decir y ponen punto final, con una gira de despedida y un recopilatorio. El recopilatorio no lo he escuchado, y creo que no lo voy a hacer, pero la gira no quería perdérmela.

Sin embargo, había un problema. Su concierto aquí, se enmarcaba dentro de uno de estos concursos de maquetas organizados por una radio local. Por unos míseros 10 €, que luego por azares del destino se convirtieron en 7€ iba a ver a una banda internacional por las que se pagan 20 € en Madrid, junto con varios grupos maqueteros locales. Por lo que me imaginaba que antes de ver a Arab Strap me iba a tener que tragar a no sé cuantos grupos de rock italiano. Es decir una panda de de veinteañeros cuyo su deseo es ser una estrella de rock haciendo mucho ruido con una distorsión que suena a mierda, mientras se están quietos en el escenario, y nos cantan lo duro que es la vida, y lo necesaria que es una revolución en estos momentos. Gracias a dios sólo un grupo fue así, el resto fueron desde dos cantautores histriónicos, a un dúo que hacía música electrónica y no estaba mal, a unos que tocaban también con ordenadores, pero a los que sumaban guitarras bien distorsionadas y acordeones y xilófonos de juguetes, y estaban entretenidos, a unos con banjo, guitarras acústicas y no sé que más, pero que sonaban de la polla. Vamos que el nivel era bastante superior a lo que he visto en España en esto de concursos de rock.

Cuando Arab Strap salieron pasada la medianoche, todavía no sabía que esperarme: un concierto intimista que rindiera homenaje a Philophobia o uno más movidito más acorde con su último disco, el increible Tha Last Romance. Cuando sonaron las gaitas de introducción la incognita se desveló: Stink, primer corte de su último disco; iban a optar por meter un poco de caña.

Tocaron practicamente todo The Last Romance. Y aunque si bien faltó algo de interacción con el público: Aidan Moffat, el cantante sólo se dirigió al mismo para dar las gracias y para decir que se separaban; la calidad de lo que tocaron lo compensó con creces. No me imaginaba yo que fueran capaces de sonar tan potentes esto señores. Una agradable sorpesa, pero una pena que lo dejen.

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